¿TIENES GASTRITIS? CONOCE UN POCO MÁS DE ESTE PADECIMIENTO.
L.N. LUCIA PENICHE PENICHE
¿Quién no ha sentido un poco de ardor en el estómago después de una cantidad considerable de frituras? ¿Quién no ha sentido cierto dolor después de comer alimentos muy irritantes o, incluso, tomar alcohol?
Uno de los principales síntomas que se mencionan en la consulta con el nutriólogo es el de la gastritis, que es una erosión superficial e inflamación de la mucosa gástrica. Puede ser aguda o crónica y afecta hasta el 50% de los adultos de países occidentales.
La gastritis puede provocar mucho dolor, pérdida de peso, nauseas, vómitos e incluso sangrado.
Esta afección puede deberse a diferentes causas y de eso depende el tratamiento que se seleccione. Si la causa de la gastritis es por una infección con la bacteria Helicobacter Pylori, es importante acudir con el gastroenterólogo para erradicar la infección lo antes posible.
El alcohol y el tabaco dañan la mucosa del estómago y aumentan la producción de ácido lo que produce mayor acidez y dolor para los pacientes. La gastritis aguda causada por medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (como la aspirina o el ibuprofeno) o alcohol puede aliviarse al suspender el uso de esas sustancias. Si los antiinflamatorios no esteroideos antes mencionados no pueden omitirse, deberán utilizarse antiácidos y medicamentos que protejan a la mucosa.
El estrés psicológico también juega un papel importante en la aparición de la gastritis, sobre todo cuando se asocia con eventos traumáticos.
Los hábitos dietéticos inadecuados pueden ser un factor que exacerbe esta afección. Por ejemplo, omitir el desayuno produce horas de ausencia de alimentos en el interior del estómago, lo que puede producir una hipoglucemia (azúcar baja en la sangre) que aumenta el ácido y, por la ausencia de alimento, no se neutraliza.
Además de evitar ayunos prolongados, el tratamiento dietético adecuado para los pacientes con gastritis consiste en restringir:
• Irritantes (como la mostaza, pimienta negra, chile)
• Estimulantes como la cafeína (que se encuentra en bebidas como café, chocolate, refrescos y té negro)
• Alimentos o preparaciones altos en grasa
• Bebidas ácidas (jugo de tomate o frutas cítricas)
• Alcohol.
El ejercicio juega un rol importante en la reducción de hemorragias en pacientes con gastritis o ulceras duodenales. Sin embargo, los estudios clínicos controlados no han confirmado la capacidad del ejercicio para prevenir o mejorar la gastritis. De hecho, algunos han demostrado que ciertos tipos de ejercicio (por ejemplo, correr largas distancias) en realidad aumentan el riesgo de esta afección.
REFERENCIAS:
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